En sólo seis meses, Snapchat logró aumentar en 40 millones sus usuarios, llegando así los 150 millones de inscritos activos, superando a Twitter, que según analistas de Bloomberg, sólo mantiene 140 millones de usuarios conectados a diario.
Aunque ningún representante de las dos aplicaciones quiso referirse a las cifras, los analistas hablan de un estancamiento de Twitter ya que si bien, en algún momento estuvo por sobre Facebook, Whatsapp e Instagram, en materia de popularidad, hoy también ha quedado rezagado por estas nuevas plataformas.
Para Guillermo Bustamante, coordinador de la Escuela de Comunicación Digital y Multimedia de la U. del Pacífico, en el último tiempo Twitter “ha recibido una invasión de medios de comunicación, políticos y marcas que lo usan como atención al cliente”, perdiendo un poco el espacio de “red opinante” por uno más informativo.
Snapchat, en cambio, permite conversaciones solo con amigos o seguidores, dice. Además, agrega, la posibilidad de usar filtros e imágenes intervenidas lo vuelve mucho más lúdico y como los mensajes desaparecen, esa inmediatez genera “la necesidad” de verlo pronto para no quedar fuera de la información.
“Hoy día se da como un reality en el que las personas van contando su vida, lo que pasó en un carrete, en la clase. La Nasa y la BBC han lanzado series, en capítulos de 30 segundos o un minuto que se van eliminando. Además, hay personas que muestran sus recetas, también en capítulos, dice Bustamante.
David Alfaro, gerente general de Arkavia Networks, destaca que Snapchat apunta a la privacidad del mensaje y a quien no quiere que esa información permanezca en el tiempo con la garantía de que se borrará pero eso no garantiza que con algún software u otro dispositivo, el interlocutor que recibió el mensaje no lo grabe y difunda por otro medio.
“No hay que confiarse en que es privado. Si alguien envía una foto, por ejemplo y el receptor del mensaje toma un pantallazo, la aplicación lo alertará, pero igual la imagen ya fue captada. Incluso, alguien podría grabar con otro dispositivo, el video que se envió a un celular y en ese caso, Snapchat no tiene cómo avisar”, señala Alfaro.
A eso se suma que entre las condiciones de uso, Snapchat, al igual que otras aplicaciones advierte que podrá utilizar los datos de navegación, contactos, los lugares que se visitan (GPS), etc. para compartir la información con terceros. “La venden para que otros puedan estudiar comportamientos”, dice Alfaro.
Noticia original en Diario La Tercera