La Deep Web es un espacio donde se puede acceder a todo el
contenido oculto que no tiene cabida dentro del internet visible. Desde libros
prohibidos hasta tráfico de drogas, en sus páginas se puede encontrar todo tipo
de archivos ilegales. La Brigada del Cibercrimen de la PDI trabaja para
detectar las potenciales amenazas de este espacio desconocido para el común de
los usuarios.
TEXTO: Fredi Velásquez FOTOGRAFIA: Patricio Fuentes Y.
Un usuario ofrece cocaína pura sin cortar traída
directamente desde Colombia. No hay una cuenta bancaria ni un domicilio para
hacer el pedido, pero el traficante -quien cuenta con una calificación
entregada por sus compradores de cuatro estrellas sobre cinco posibles- asegura
que puede hacer llegar su producto a cualquier parte de Europa. Tampoco se
alude a valores en euros o en dólares, sino que en bitcoins, una moneda virtual
para este tipo de compras que permite que las transacciones no sean seguidas ni
registradas por los bancos, ya que el sistema no está respaldado por ningún
gobierno ni depende de la confianza de un emisor central. Según su perfil, la
última venta se realizó el martes 19 de julio y su cliente destacó la gran
calidad de la droga, además de la rapidez con que había llegado el producto.
La oferta se realiza través del "Dream Market", uno de los
servidores de compra y venta más populares dentro de este mundo, similar a
'Silk Road', la página más famosa dentro de la web profunda, que fue cerrada
dos veces por el FBI en 2013 por los cargos de tráfico ilegal de drogas.
En este mismo sitio, otro usuario que aparentemente vive en
Afganistán ofrece envíos de heroína negra (que es 40 veces más fuerte y 10
veces más barata que la heroína normal) e incluye sellados al vacío y el uso de
un spray para evitar que el olor sea detectado por los perros entrenados por la
policía en los aeropuertos. Asegura que puede enviar la droga a cualquier parte
del mundo, "menos a Estados Unidos". En la página siguiente, un individuo
promociona sus servicios de hacker, los que van desde robar cuentas en redes
sociales como Facebook o Twitter, extorsionar personas usando sus datos
personales en internet, informes de inteligencia e infiltraciones dentro de
páginas institucionales. Por último, otro usuario de España administra una
página donde anuncia que puede borrar antecedentes penales de cualquier delito
de mediana y baja complejidad dentro del país ibérico. El precio mínimo es de
30.000 euros y el máximo llega a 150.000 euros, según el caso, pero advierte
que no puede hacer nada con los cargos de homicidio o violación.
En estas cuatro ofertas no hay más información disponible,
no hay nombres ni apellidos, pero si la transacción se hace efectiva, el
proveedor contactará a su cliente para acordar la entrega sin dejar ningún tipo
de registro. El anonimato de ambas partes está asegurado.
Es la ventaja de navegar por lo más profundo del internet.
"La Deep Web, por su arquitectura técnica, permite ocultarse
y, por lo tanto, muchos delincuentes han migrado a este espacio virtual, porque
les ofrece esa posibilidad. Es un fenómeno que ocurre en todo el mundo, no sólo
en Chile. Por ejemplo, en el caso de los pedófilos, son los delincuentes más
avezados los que la utilizan. Comparten el contenido más duro, lo inédito, lo
más feo de la pornografía infantil", dice el comisario de la Brigada del
Cibercrimen de la Policía de Investigaciones (PDI), Danic Maldonado.
En la institución cuentan que empezaron a observar este
fenómeno desde hace ocho años, cuando se dieron cuenta de la existencia de este
espacio, y que asignaron detectives para monitorear y recopilar la actividad
dentro del internet profundo.
En un principio, la acción de la PDI debió empezar por
aprender la lógica y mecanismos del funcionamiento de esta nueva herramienta:
'El fenómeno delictual migró un poco hacia allá, sería contraproducente si no
vamos donde está el delito'.
La labor está lejos de ser sencilla. Una de las dificultades
que encontraron para detectar este tipo de páginas radica en que éstas van
cambiando de dirección casi a diario, a modo de protección.
La Brigada del Cibercrimen de la PDI ha puesto el foco de
sus investigaciones en los casos de almacenamiento y distribución de material
de pornografía infantil, donde tienen un grupo de gente monitoreando tanto el
internet visible como la actividad dentro de la llamada web profunda. Aunque no
han logrado encontrar a personas delinquiendo exclusivamente en este nivel de
internet, sí han podido recabar antecedentes que han permitido la detención de
personas por pedofilia. "Hemos encontrado datos interesantes en pos de nuestras
investigaciones, lo que hemos explotado para aclarar los hechos y así sacar a
la luz a personas que se están ocultando", afirma Maldonado.
En los buscadores de la Deep Web, el contenido no se divide
por países, sino que por idiomas. La mayor parte está en inglés, ruso y chino,
pero también hay algunos sitios en español. Al ingresar la palabra Chile en el
buscador 'Not Evil' los resultados son diversos.
El primero dirige a un chat donde la mayor parte de los
usuarios pregunta por vendedores de drogas en Santiago, pero nadie responde de
manera abierta. No hay conversaciones de ningún tipo y el historial se va
borrando cada cierto tiempo, por lo que es imposible ver las respuestas
anteriores. Otro resultado de la búsqueda dirige a un foro donde un activista
pide documentos del gobierno para intentar parar la construcción de una
hidroeléctrica. Afirma que es urgente y que lo hace por el medioambiente. "Es
súper complejo, estimado, pero algo se puede hacer. De hecho, es cosa de
investigar un poco. Te invito a que te des una vuelta por la Deep Web y podamos
colaborar para hacer algo", le responde otro individuo.
En el siguiente post otro usuario pregunta por una forma
para generar créditos bancarios para pagar deudas. En este caso no hay
respuesta. También están las discografías completas de Inti Illimani y Víctor
Jara. En los últimos resultados se encuentran papeles, supuestamente filtrados
desde la CIA, donde se aborda la intervención del gobierno de Estados Unidos en
el Golpe Militar de 1973 y dos libros escritos en alemán, uno sobre los
inmigrantes que llegaron al país tras la Segunda Guerra Mundial y otro que
explica la raíz de los movimientos anarquistas en Chile.
Hasta ahora, la Deep Web ha demostrado ser un espacio muy
difícil de controlar, por su estructura, un problema que no solamente ha debido
enfrentar la policía chilena, sino que las policías de todo el mundo.
Su creación no está fechada con exactitud, pero se estima
que se empezó a utilizar a mediados de la década pasada y que tuvo su mayor
expansión a partir de 2013, cuando varios usuarios empezaron a sociabilizar la
información y la forma de entrar a este nivel dentro del internet por redes
sociales, sobre todo en YouTube.
Originalmente se trataba de un proyecto militar estadounidense
para compartir información de manera segura que mutó con el tiempo en una red
de comunicaciones. A través de un programa llamado Tor se puede acceder de
manera anónima a este conjunto de sitios que no han sido indexados a los
buscadores comunes, como Google o Yahoo. La idea original de sus creadores era
facilitar el acceso digital, resguardando el anonimato de los usuarios,
garantizando que la dirección IP (el número que identifica a cada computador
dentro de la red) no quede registrado. En este lugar se encuentra un contenido
hasta 500 veces mayor que el internet visible, al que accede el común de la
gente.
"El anonimato es una condición que permite ejercer derechos,
como la libertad de expresión, y hay varias razones legítimas por las cuales
hacerlo. La red Tor ha sido muy importante para el trabajo de periodistas de
investigación o activistas políticos en zonas en conflicto, pues permite
esquivar la censura gubernamental e impedir el rastreo de las actividades en
línea, permitiendo una conexión segura y anónima en regiones peligrosas, como
Medio Oriente, por nombrar una", comenta el director de incidencias de la ONG
Derechos Digitales, Vladimir Garay.
En efecto, pese a la connotación negativa que tiene, entrar
al internet profundo no constituye una acción ilegal en sí misma. Su dificultad
radica en que para hacerlo se debe tener un grado mayor de conocimiento
informático para poder navegar por sus páginas. Sobre todo para llegar a las
capas más profundas.
Uno de los primeros sitios que se abren una vez dentro de la
Deep Web es la Hidden Wiki, una página con un diseño similar a Wikipedia, pero
que funciona como buscador y que contiene información de lo que se puede
encontrar dentro de este rincón oculto. Algo así como un Google dentro de Tor.
Si un usuario entra sin conocimientos previos es probable
que no logre avanzar demasiado, pues la navegación es compleja, ya que los
sitios van apareciendo por capas y no tienen demasiado peso. Para acceder a
foros, buscadores o blogs es necesario conocer de antemano la dirección
deseada, de otra manera es casi imposible hacerlo. Quienes navegan a diario por
este lugar lo comparan con un iceberg. La punta sobre el agua es el internet
visible, mientras que bajo de ella está la mayor parte de su contenido y, en el
fondo, lo más complejo.
Una vez dentro de la Deep Web se puede acceder a páginas
como Sci-Hub, un servicio creado por una estudiante universitaria de Kazajistán
que permite la descarga gratuita de investigaciones y textos académicos que son
exclusivos para suscriptores. Durante el año pasado, la página, que funcionaba
dentro del internet visible, sufrió una demanda de parte de Elsevier, la mayor
editorial de libros científicos en el mundo, por violación a los derechos de
autor. El casó lo ganó Elsevier y la página debió cerrar y pagar los cargos.
Meses después apareció dentro de la Deep Web, donde sigue prestando el mismo
servicio.
También existen otros sitios que ofrecen descarga gratuita
de música o de películas que están bloqueadas dentro del internet visible. Esta
liberación de contenido era el espíritu original de varios usuarios que se
iniciaron en Tor. Sin embargo, las condiciones de anonimato fueron el motor
para que otros individuos utilizaran este espacio para formar un enorme mercado
donde funciona todo tipo de actividad ilícita. "La Deeb Web es como un
extintor: lo puedes usar para apagar un incendio y salvar vidas, o para hacer
una bomba y hacer daño. Asimismo, Tor puede ser usado para proteger disidentes
o para delinquir", señala Garay.
Además de la venta de drogas, la eliminación de antecedentes
penales y el servicio de hackers, por el internet profundo abunda una cantidad
infinita de sitios que ofrecen todo tipo de servicios ilegales. Desde licencias
de conducir falsas para los Estados Unidos, cuentas premium en Netflix y
Spotify, tráfico de armas en todo el mundo, pornografía de todo tipo, libros
que enseñan a construir bombas caseras, archivos secretos sobre el científico
Nikola Tesla y expedientes antiguos del FBI hasta páginas de grupos extremistas
islámicos, de terroristas en Estados Unidos y de sectas iluminatis que piden
completar varios acertijos para permitir la entrada.
Como un gran mercado desregulado, muchas de estas ofertas
pueden ser administradas por estafadores o, incluso, por agentes encubiertos de
algún servicio de inteligencia. La única forma de averiguarlo es accediendo a
las páginas y confirmando una transacción. Por último, en la parte más profunda
se encuentran los sitios más duros, que se especializan en la trata de
personas, la contratación de sicarios y en pornografía infantil. A estos sitios
sólo se accede pagando previamente altas sumas con bitcoins. Por lo mismo, hay
mucho mito respecto del calibre del contenido que se podría llegar a encontrar
a ese nivel.
"Empecé por curiosidad, para ver si todo lo retorcido que se
decía en los foros que visitaba era verdad. Aunque hay muchas cosas malas,
comprendí que en realidad puedes ver y aprender cosas que muchas veces se
censuran en el internet abierto", cuenta Antonio (26), un estudiante de la
Universidad de Santiago que entra regularmente a la Deep Web hace casi seis
años, cuando un amigo le enseñó a ocupar Tor. Dice que al principio entraba
únicamente para pasar el tiempo, pero empezó a visitar distintos tipos de
páginas. Aunque ha visto mucho contenido que lo ha impactado, como videos de
ejecuciones en Medio Oriente, también asegura que esto se ha ido regularizando
poco a poco. 'En los primeros años era mucho peor. Al final, esto es igual a un
gran mercado persa o una feria libre, hay gente que vende cosas robadas, pero
otra que te ayuda mucho'. En su caso, ha sido material que le ha servido para
su carrera universitaria, manuales con herramientas computacionales, libros de
química y física. "Todo depende del uso que uno mismo le da a la Deep Web",
remata.
Entrar a la Deep Web no es ilegal, pero sus características
lo hacen una plataforma ideal para la actividad delictual.
La PDI ha utilizado este portal para reunir antecedentes que
han permitido la captura de algunos delincuentes.
'Silk Road' fue el sitio dentro de la Deep Web que fue
cerrado dos veces por el FBI con cargos por tráfico de drogas
Fuente: La Tercera